miércoles, 23 de marzo de 2011

AcrossTheUniverse.

Estando en pleno siglo XXI, sigo sin poder entender cómo no avanzamos, cómo estamos estancados y ciegos, cómo seguimos sin hacer nada por evolucionar positivamente.
Nos encontramos, desde hace ya mucho tiempo, dentro de una guerra. Una guerra, que anteriormente, ignoramos por completo. Crisis, peleas, inmigración y emigración, conflictos, choques ideológicos... Hemos tenido frente a nosotros miles y miles de aspectos con los que identificar que se acercaba una guerra. Pero parece ser, que aún y habiendo estudiado toda la historia del País Valencià, toda la historia de España, toda la historia universal, preferimos apartar la vista de los problemas, mientras estos no nos afecte a nosotros.
Lo primero a destacar es la gran contradicción con la que vivimos. Porque, ¿quién no quiere vivir en paz? ¿Quién está en contra de la paz? Nadie. Todos queremos la paz, la libertad... Pero, entonces, ¿cómo se explica que luchemos por la libertad mediante guerras? No tiene sentido alguno. Es más, es que no se lucha por la paz o por la libertad o por las dos cosas; se trabaja para conseguirlas.
Deberíamos plantearnos por qué dejamos que países que están menos desarrollados que el nuestro arreglen sus diferencias con violencia.
La respuesta es sencilla. "Que se maten si quieren entre ellos, pero a nosotros que no nos hagan nada". Esa, de entre otras muchas, es una de las frases que pueden salir de nuestras bocas. ¿Entre ellos? No, no, estamos muy equivocados. "Ellos" son personas también, como tú y como yo. Simplemente y a diferencia de nosotros, es que su país no tiene los suficientes recurosos para salir adelante, para evolucionar, para aprender. Pero no por ello debemos apartar la vista.
Yo me incluyo, es más, me pongo la primera de la lista. Decimos que queremos la paz mundial, la libertad, nos identificamos como feministas, intervenimos en debates políticos cuando en vez de evolucionar socialmente vemos que retrocedemos hacia la Edad Media..., pero, en el fondo, no queremos dejar de vivir como lo hacemos. Con nuestras facilidades, nuestra familia, nuestros hogares...
Creo que, si estudiamos historia, es para no repetir los errores pasados, pero visto lo visto, ni intentamos evitarlo. Es más, parece que vamos a repetirlos. Intentamos buscar un único culpable a todo lo que pasa a nuestro alrededor sin saber, que los culpables somos nosotros, que hablamos mucho y actuamos nada.
No empezamos a reflexionar sobre cómo está el mundo hasta que no nos vemos amenazados y nos entra el miedo. Pero ya no únicamente la guerra que sale en nuestras pantallas es lo que nos debe preocupar, sino, la cantidad de niños que mueren cada 5 minutos, las catástrofes naturales que destruyen las ciudades y que no podemos parar pero si intentar impedir, las miles de personas que no constan en ningun registro civil del mundo y que ni siquiera tienen nombre, las enfermedades, todas las mujeres que mueren apedreadas, la desigualdad que existe...
Posiblemente parezca que quiera salvar al mundo, a la humanidad y si me queda tiempo, salvar hasta las ballenas. Y sí, no creáis que no me lo he planteado. Pero también sé que es prácticamente imposible. Yo no puedo cambiar el mundo, pero ejerzo mi derecho al voto, intentando que el Gobierno intente luchar por evolucionar positivamente. Yo no puedo cambiar el mundo, porque soy una única persona. Pero a estas alturas, he llegado a la conclusión de que, quizás muera sin ser un pesonaje conocido y no se reconozca mi esfuerzo o trabajo, pero hasta el último de mis días, aportaré mi granito de arena para lograr tener un mundo en el que quien mande, sea la paz.



Utopía: proyección humana de un mundo idealizado que se presenta como alternativo al mundo realmente existente, ejerciendo así una crítica sobre éste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario